martes, 20 de septiembre de 2016

Madrugada



Insensata es la vida que me arrastra en este cometido incierto, desdeñando desde hace tiempo la trivialidad y la cordura, en medio de aguas oscuras, sobreviviendo a base de nada, alimentando apenas con resaca la maldición de mis sueños.

Desgarrada, la noche fría y eterna, que no llega a dar consuelo, que se deshace en el desvelo de una espera imposible, donde más parece increíble, encontrar la mano amiga, sin embargo es comedida y se dispone a hurtarme besos.

Fría y nefasta aurora, me descubre hambrienta en recuerdos, que se desdibujan ya en mi mente, ni  atraparlos siquiera puedo, aunque me empecine y sofoque, no logro retenerlos, se escurren como lágrimas en medio de mis dedos.

Yazco cubierta de esquirlas que en esta guerra malsana se derraman por los cielos, aunque ya no sangre mi cuerpo ni quede un solo flujo en mi alma, me ciega la mañana impulsando a este cuerpo inerte, más allá de las guadañas que ansiosas buscan mi muerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario