miércoles, 31 de agosto de 2016

Desvelo



Me deshoja la intención de tu mirada ausente con la fuerza de mil manos campesinas.

No me agoto de pensarte día a día sin remedio alguno para paliar mis días.

No se agota el deseo de tenerte aunque más no sea un instante para que esta existencia fatua vuelva a ser vida.

No existe emoción ni sentimiento que someta mi capricho de quererte.

No hace falta que nadie te recuerde, en mi mente estás aunque te deteste.

Me devano en cansancio por soñarte.

Me asfixio con la seguridad de no volver a verte.

Te detesto por tu ausencia caprichosa y mis entrañas se destrozan vanamente.

Busco inútilmente en el vacío con mis manos, atrapando fantasmas y tu sombra.

No tengo lágrimas que moderen mi zozobra.

Busco sin sentido dulces frutos encontrando sólo ortigas en mi huerto.

No voy a perdonarte abandonarme, dejándome perdida a la deriva.

No comprendo tu placer por liberarme de este amor que me lacera en mil heridas.

Desentierra ya si puedes tus despojos, vuelve a mí como sea y donde sea.

No es la falta de tu cuerpo motivo suficiente para apartarte de mí sino tormento.

No será tu sepultura razón para que deje de quererte, más allá de la carne, del deseo y de la muerte.

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